Pedagogía y Evaluación
El Examen Una Herramienta Equivoca De La Pedagogía
Universidad de los llanos
Santiago Molano Parrado Cód. 148102639
11 de mayo del 2013
EL EXAMEN UNA HERRAMIENTA EQUIVOCA DE LA PEDAGOGÍA
“Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro.”
Albert Einstein
Inicio mi ensayo con esta frase del gran físico alemán, Albert Einstein. Porque considero que el invento del examen es una estupidez más de la humanidad, por que tratar de medir el conocimiento en un simple examen es algo inequívoco, está mal y es un error en que la mayoría de los docentes caen, tal vez el sistema obliga a dar una nota pero es la forma en que se evalué la que tiene que emplear el docente, puede hacerlo de muchas maneras como teniendo en cuenta la participación en clase, la motivación e interés que muestra, la responsabilidad con las tarea, etc. Es algo ilógico suponer que una persona tiene mayor conocimiento que otra, postulado en una nota que se da mediante un examen escrito.
“Es habitual. Que tanto los estudiosos de la educación como cualquier persona común piense que el examen es un elemento inherente a toda acción educativa, es natural pensar que después de la clase los estudiantes deben ser examinados para valorar si adquirieron el conocimiento expuesto” Angel Diaz. Es tan habitual la práctica del examen en nuestra educación que ya lo tomamos como algo natural en ella, así no estemos de acuerdo caemos a la voluntad del sistema educativo, y estimamos en sacar un puntaje alto, que nos mejore el promedio para pensar en nuestra carrera a futuro como profesional.
El examen contemporáneo aparece desligado del método, como la parte que otorga la promoción de grado o aprobación de un curso, con el riesgo de caer en el facilismo pedagógico. Las calificaciones tienen un origen social, vinculado a la exigencia del Estado, para certificar los conocimientos adquiridos de las personas en los años de estudio o periodos, en un contexto de sociedad disciplinaria, articulada por instituciones de control, como lo son: las escuelas, los colegios y las universidades. Ante este conjunto de problemas, es por eso que el examen se ve imposibilitado de cumplir con el papel educativo. Y se transforma en una herramienta equivoca de la pedagogía.
Luego, para el siglo XX se incorpora la teoría del test, y con ella la suposición de un aprendizaje como cambio de conducta, se toma entonces como una herramienta científica capaz de determinar factores psicológicos de un sujetó entre ellas la inteligencia, aptitudes, aprendizaje e intereses personales, funcionando entonces como una teoría política como instrumento de selección social.
El autor presenta como una alternativa hacia esta problemática, un concepto de evaluación formativa, que propone Michael Scriven, diferenciándola del examen final, que se basa que la evaluación consista en una serie de tareas y trabajos desarrollados durante la clase, ya que lo importante para el alumnado no es que pueda memorizar todo lo visto, sino que pueda acceder y usar la información para crear su propio conocimiento. “la asignación de la nota no refleja el aprendizaje” Ángel Díaz.
Por otro lado el hecho de sacar notas, que no miden el conocimiento sino solo cuestiona y genera un malestar al estudiantil, al tratar de clasificar a las personas como buenos, regulares y malos estudiantes. pues ya tener que estudiar para cada una de las notas, hace que el alumnado coja fastidio o desmotivación hacia la materia o el curso que este viendo. Además que la forma de evaluar que se viene practicando en las escuelas y colegios exige memorizar una información.
Para concluir, yo concibo en que antes de pensar en el tipo del examen, debemos pensar en la forma de enseñar, por eso el autor lo refiere como un problema de corte neoliberal, que busca formas académicas que permitan restringir el ingreso a la educación o al modo actual al de promover de grado. No se debe evaluar para medir la memoria de la estudiante, si no se debe evaluar las capacidades de él, para el manejo que tiene de la información para crear su propio conocimiento, pues como termina diciendo Díaz, que la pedagogía al preocuparse por los exámenes y la calificación, se descuida de los verdaderos y grandes problemas que tiene la educación.
Bibliografía
Barriga Ángel, El examen- textos para su historia y debate
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